Muchas
veces oímos decir que el Ecuador es un
país rico. Pero, dónde radica
su riqueza? Quizás se encuentre, más
que en ningún otro lado, en sus bosques
naturales.
¡Paren la tala asesinos! ¡Selva
viva hasta la muerte! Se lee en los grafittis
de la ciudad, se escucha en la radio y en consignas
de manifestaciones. Se organizan conciertos
y se rasgan vestiduras. Se alzan las voces de
los cada vez más numerosos ambientalistas,
ante una opinión pública confundida.
Muy poco de las ventajas e imperativos de la
conservación del bosque tropical llega
al común de los ciudadanos, a la clase
dirigente, y aun a los activistas ecológicos.
Podríamos apelar al respeto a la vida
y al crimen que se cometería al destruir
el producto de millones de años de evolución
(razones éticas); o clamar por uno de
los últimos sitios inexplorados e impolutos
que guarda aún ese misterio (razones
románticas); o insistir en la belleza
del bosque a toda escala; desde impresionantes
paisajes, hasta plumajes, pétalos y escamas
imposibles (razones estéticas). Y sobre
todo, diríamos también que los
indígenas tienen el elemental derecho
a mantener sus culturas, para lo cual la única
oportunidad de hacerlo es conservando su entorno
natural (razones humanas).
¿Qué beneficios económicos
puede proporcionar la conservación de
la naturaleza? Aunque para muchos suene como
un disparate, todo indica que el mejor negocio
que podemos hacer con nuestros bosques, y no
solo a largo plazo, es conservarlos.
Por ello, nos concentraremos en las alternativas
que ofrece nuestra biodiversidad para producir
bienestar y divisas, y las ventajas que tienen
sobre las actuales formas de explotación,
la mayoría de ellas destructivas.
El
valor de la biodiversidad tropical
Para cambiar el concepto de que la selva es
tierra 1 desaprovechada y que conservarla implica
un costo (o una “pérdida de ganancia”),
tenemos que ser conscientes de dos hechos; el
valor y la diversidad que tenemos en el Ecuador.
Los bosques húmedos tropicales en general,
y los amazónicos en particular, son los
ecosistemas más ricos de la tierra. A
pesar de que cubren un 7% de la superficie terrestre,
las selvas del mundo contienen por lo menos
el 50% de todas las especies de animales y plantas.
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