N° 39 Enero - febrero 2006
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Texto José Manuel Manzanares
Foto José Manuel Manzanares

Bromelias del Ecuador

Una bella inflorescencia que, a primera vista, se confunde con una heliconia, pero el follaje alargado, típicamente bromelioide, delata a Tillandsia dyeriana, especie de la Costa ecuatoriana.

Huaicundo, aguarongo, achupalla, musgo gris y barba de viejo son los nombres comunes de algunas especies de bromelias, un tipo de plantas que crecen en el Ecuador y en el resto de América.

Todas las bromelias son oriundas del continente americano, a excepción de una especie africana que crece en paredes verticales de roca, donde está a salvo de las fauces de algunas especies de mamíferos.

En Ecuador, a pesar de crecer en todo el territorio nacional, no son muy conocidas por la gente. Únicamente nos acordamos de ellas cuando decoramos con musgo gris el nacimiento de Navidad o las procesiones del Pase del Niño (por ejemplo, en Cuenca).

Todavía puedo mirar las caras de sorpresa cuando menciono que la piña de Milagro, la hawaiana, o la cultivada en Santo Domingo de los Colorados, son bromelias. Más anecdótico es conocer que entre EEUU y Europa se cultivan anualmente tres millones de plantas de la Tillandsia cyanea (más conocida bajo el nombre de lengua de vaca), que es una especie endémica del Ecuador, pero desconocida por su gente; y que tal vez por desconocerla, la colectividad ecuatoriana haya permitido que se la lleve al borde de la desaparición dentro del territorio nacional debido a la tala indiscriminada de bosques.

Así sucedió con la Tillandsia dyeriana, una de las bromelias más apreciadas en el ámbito internacional, endémica de los manglares nacionales, desde Guayaquil hasta Esmeraldas, que era muy común hasta hace poco tiempo, y que hoy, si deseamos admirarla, tenemos que viajar a Europa y verla en las colecciones privadas, o con un poquito de suerte fotografiarla en algún jardín botánico (por supuesto, en las sección de rarezas).

En Ecuador, los únicos cultivos de bromelias se limitan a los de piña: unas 600 hectáreas aproximadamente, con 60 000 plantas por hectárea. En el orquideario del Jardín Botánico de Quito también se pueden apreciar algunas bromelias, pero la mayoría fueron donadas por Kent’s Nursery y son provenientes de California.

Solo en Holanda se cultivan anualmente 20 millones de bromelias. Estas decoran aeropuertos, hogares y oficinas en Asia, EEUU y Europa... ¡y pensar que algunos padres de estos híbridos pudieron haber nacido en las selvas ecuatorianas...!

Historia

Las bromelias entran a Occidente desde el segundo viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, en 1493. Durante su travesía por las Antillas, en la isla de Guadalupe, encontró la piña americana (denominada así por la semejanza del fruto al producido por los pinos), cuyo nombre científico es Ananas comosus.

Esta fue la primera bromelia en llegar a Europa, y cabe anotar que el origen de la piña es incierto; antes de la llegada de Cristóbal Colón a América ya era cultivada por los indios americanos y difundida por Centro y Sudamérica. Se supone que su origen está en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, área comprendida entre el sur del Brasil y el este paraguayo. Entonces, posiblemente la fruta fue domesticada y llevada hacia el norte por las tribus Tupi-Guaraní, siguiendo el esquema indígena de intercambio entre tribus.

 

Lee el artículo completo en la edición No 39 de ECUADOR TERRA INCOGNITA

 


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