N° 44 Noviembre - diciembre 2006
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Foto Jorge Rentería
Detalle de la flor de cascarilla roja (Cinchona pubescens) una especie resistente y colonizadora que se ha adaptado a las cuatro regiones del Ecuador, entre los 300 y 3 500 metros de altitud.

La invasión de la quina en Galápagos

Texto Jorge Rentería y Pablo Cuenca

Desde finales del siglo XVI las Islas Galápagos sirvieron de refugio para piratas; en sus barcos llegaron las primeras especies exóticas al archipiélago. Ovejas y cabras fueron deliberadamente introducidas como reserva de comida; ratas y ratones arribaron accidentalmente en las embarcaciones. La primera colonia de las islas se asentó en Floreana en 1807, pero ésta última ha estado habitada permanentemente solo desde 1929. Por la falta de agua y la presencia de una capa delgada de suelo superficial, las Galápagos son en su mayor parte inadecuadas para la actividad agrícola. Solo en la zona húmeda en la parte alta de las islas más grandes la agricultura es factible. Aparte de Floreana, colonias permanentes fueron establecidas en otras tres islas: San Cristóbal fue colonizada en 1869, Isabela ha sido habitada desde 1893 y Santa Cruz desde 1920. En 1918 la población de todo el archipiélago era 630 habitantes, mientras que actualmente es más de 20 000, quienes viven principalmente de la pesca y el turismo. Como toda colonización humana, la de Galápagos ha incluido la introducción de las plantas y animales que hacen nuestro bagaje cultural.

La principal amenaza a la biodiversidad terrestre de la mayoría de islas oceánicas, incluyendo Galápagos, son las especies introducidas. Los ecosistemas isleños son muy vulnerables a la invasión de especies exóticas. Después de la pérdida y fragmentación de hábitats, las especies invasoras constituyen la segunda causa de la disminución de la biodiversidad en el planeta. También en Galápagos, las plantas introducidas son un potencial problema para la agricultura y las áreas naturales. Desde que las primeras especies cultivadas (zapallos y papas) fueron reportadas en 1807, el número de plantas introducidas intencional o accidentalmente se ha ido incrementando, especialmente durante los últimos años. La mayor parte de las  especies (75%) fueron introducidas intencionalmente como plantas de uso múltiple, por su valor ornamental, medicinal, maderable o para la agricultura. No solo los colonos, también los turistas han contribuido, aunque en menor proporción, a la introducción y dispersión de plantas exóticas.

 

 


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