OLEODUCTO es una serie fotográfica de paisajes realizados en diversos lugares a lo largo de las rutas del SOTE y el OCP, desde la Amazonía hasta la provincia costera de Esmeraldas. Al estar enterrado durante la mayor parte de su recorrido, el oleoducto es básicamente “invisible”, y por consiguiente perceptible como una ausencia siempre presente, como un “sentido oculto”, como una “condición dada”. Lo visible, a lo largo de la misma ruta, es la vida cotidiana de estos lugares, desarrollada “al margen de”, “encima de” y “en torno al” oleoducto, y representada en esta serie a manera de “escenas dentro” del paisaje. Un elemento común de estas imágenes es la presencia de señales: letreros que marcan el trayecto del oleoducto, cambio de color y textura del suelo, ausencia de estructuras y árboles.
Las “escenas” han sido creadas con base en una serie de fotografías realizadas in situ, en distintas instancias, y luego combinadas o comprimidas en el tiempo. Se trata de crear una composición que intenta conectarse y dialogar con la pintura paisajista del siglo XIX, en particular la del pintor ecuatoriano Rafael Troya, quien trabajaba con geólogos alemanes reproduciendo paisajes para obtener perfiles exactos de las cordilleras, pero a la vez intervenía y recreaba los primeros planos (vegetación, personajes, escenas) para lograr una composición, un carácter. Esta serie fotográfica intenta evocar ese carácter pictórico, contrastando y/o evidenciando una tensión humana y visual entre la vida “rural” de los lugares y el registro de la ruta del oleoducto
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