Noviembre 1999
SECCIONES

inicio
archivo
suscripción
quiénes somos
índice
segmentos fijos


ÚLTIMO NÚMERO

contenido


CLUB DE
SUSCRIPTORES


suscripción
museos socios
tarjeta del club

CONTACTO

 

 

 

 

Por María del Carmen Molestina
Foto Jorge Anhalzer / Visulafund

Reencuentro con los difuntos

Celebración del día de los difuntos en el cementerio Salasaca.

Hablar de colada morada o del 2 de noviembre para los ecuatorianos encierra un mismo simbolismo: los difuntos. Se trata de una de las celebraciones más arraigadas en nuestra cultura. Para muchos es una celebración prehispánica; para otros, hispánica y en algunos casos se dice que es el claro ejemplo del sincretismo religioso.

En el período prehispánico los difuntos ocupaban un lugar importante en las creencias de los grupos humanos, las investigaciones arqueológicas han demostrado que nuestros antepasados creían en el “más allá” y que establecieron una posible relación entre las personas y los seres del “otro mundo”.

En la época de la Audiencia de Quito se introduce un nuevo elemento en torno a los difuntos: la teología Católica, lo que da como resultado una mezcla de lo prehispánico con lo hispánico, de ahí que nuestra celebración del día de los difuntos tenga rasgos culturales compartidos

La Iglesia Católica introdujo en el calendario litúrgico un día específico para dedicarlo a rezar por las almas del purgatorio. Este día es el 2 de noviembre.

La obligación de los católicos se combina con creencias prehispánicas por las que el difunto cobra renovada importancia, esto se manifiesta en el cuidado y adorno de las sepulturas, así como en la preparación de la tradicional colada morada y las guaguas de pan.

El cementerio se convierte en este día en el lugar preferido para visitar a los difuntos. En las áreas rurales, donde los cambios culturales son más lentos, la gente lleva a la tumba de sus antepasados colada morada, guaguas de pan, cuyes, papas, ocas y habas. Allí todos comparten no solo la comida sino también las novedades e inquietudes de la familia, es decir, le ponen al difunto al día sobre los acontecimientos ocurridos desde su partida o desde la última vez que lo visitaron. El 2 de noviembre sigue siendo para muchos un ver‘ «n reencuentro con los antepasados.

Lee el artículo completo en la edición No 5
de ECUADOR TERRA INCOGNITA

inicio - archivo - suscripción

CONTENIDO REVISTA 5

 

 

portada inicio archivo subscripción inicio portada archivo subscripción