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Por Ximena Cordovez
Foto Jorge Anhalzer / Visualfund

Reserva Antisana, un mosaico de vida y color

El Antisana, un volcán activo de 5758 m. da el nombre a esta Reserva Ecológica de 120000 hectáreas, ubicada en la provincia de Napo.

Cuando llegamos a la Reserva, nuestra mayor expectativa era observar de cerca al tímido Antisana, casi siempre oculto tras densas nubes que suben desde la Amazonía. Ese día tuvimos suerte y poco a poco la niebla empezó a disiparse, dejándonos ver por completo esta misteriosa montaña. Empezamos a recorrer los páramos que rodean este volcán activo de 5.785 m, las zonas pantanosas, donde solamente las almohadillas (formaciones vegetales bien compactas) nos permitían seguir nuestro camino con los pies secos, y uno que otro remanente de bosque donde encontramos solitarios árboles de Pumamaqui, Quishuar y Pantza.

Todos quedamos asombrados al enterarnos que la Reserva Ecológica Antisana, ubicada a 60 Km al sureste de Quito, en la provincia del Napo, además de incluir valiosos recursos hídricos, paisajísticos y biológicos, funciona como cordón umbilical entre la Reserva Ecológica Cayambe-Coca y el Par- que Nacional Sumaco-Napo-Galeras, formando parte de una de las diez zonas de mayor biodiversidad en el mundo.

Durante nuestro recorrido comprobamos como la actividad volcánica del Antisana permanece grabada en la geografía del lugar (tanto dentro de la Reserva como en las zonas aledañas) en varios flujos de lava y algunos brotes de aguas termales como las de Papallacta y valle del Tambo que, según sus visitantes, tienen milagrosos poderes curativos. El principal flujo de lava es el del Antisanilla, que no logró escapar por el cráter del volcán sino que emergió abruptamente de la tierra y, al enfriarse, formó figuras negras amorfas y dio origen a la Laguna de Secas, formada por el represamiento del río Chacauco. No así las lagunas de Micacocha y Luciacocha, que son de origen glaciar.

Hace 60 años, en estas lagunas se crían las apetitosas truchas, especie originaria de Norteamérica y uno de los atractivos de la Reserva, especialmente para los que gustan de la pesca deportiva. Esta especie introducida, a pesar de ofrecer algunos beneficios al hombre, es un depredador voraz que ha ocasionado severos daños en la fauna nativa de las lagunas, especialmente en invertebrados acuáticos y algunas especies de anfibios.

Varios viajeros cuentan que hasta hace poco solo se podía llegar a pie a Micacocha atravesando pantanos y lomas, soportando duros temporales y cargando más de una pertenencia. En algunas ocasiones llevaban animales de carga para facilitar la travesía, que muchas veces duraba varios días. Soportar estas penurias bien lo valía, con tal de contemplar la sobria belleza de la laguna y sus alrededores, asegura más de uno. Ahora el acceso es muy fácil por un camino asfaltado. construido por la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Quito (EMAAP-Q) como parte del proyecto La Mica-Quito Sur, planificado para abastecer de agua potable a 600.000 habitantes de los barrios del sur de Quito.

Lee el artículo completo en la edición No 7
de ECUADOR TERRA INCOGNITA

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